El sueño de una época antigua.

Fragmento de El Encuentro 02 ------ El sueño de una época antigua.


Sueño:

Era primitiva 1.


En la sabana el viento fluye sereno, El alto pasto roza mis rodillas provocando un dulce arrullo, El aire fresco como nunca lo había respirado me inspiraba a la liberación, ya sin ropas fui la Eva de ese mundo primigenio.


Vi las horas transcurrir en un segundo, y el ocaso caer sobre el cielo.


¡A lo lejos un grupo de seres en torno a la fogata!: me acerqué a ellos, ¡más yo era como un fantasma de un tiempo ajeno! Sus cuerpos levemente encorvados, de pelaje café y rústico, el cual Los cubría totalmente, ¡sus rostros de mentones prominentes y dientes curvilíneos demostraban una conciencia efímera!


¡Sus ojos sin brillo!; De miradas fijas; miraban de cuando en cuando en derredor; ¡como al acecho! ¡Como a la defensiva! ¡Era como si una inconsciente paranoia dominar a sus actos!


En ocasiones tomaban una roca, rompían con ellas unas semillas, las cuales secaban en la ardiente fogata, ¡comían de ellas con gran placer! ¡como si se tratase de un manjar ocasional!


Uno de ellos tenía en sus manos un gran hueso, quizá del muslo de alguna bestia, otros lo veían con ojos curiosos, ¡casi como deseando poseer aquel artefacto!


¡Luego de un rato sus susurros guturales se convirtieron en gritos eufóricos, y golpeaban el suelo con gran frenesí!


No tarde mucho en comprender el porqué de aquello; un gran personaje (Un macho de gran tamaño) como ellos se acercaba: de rostro prepotente y ojos altivos, ¡La confianza de su paso era majestuosa, y sus gritos se hacían sentir por toda la sabana!


Se acercó al grupo, y promulgando un alarido atemorizante extendió su mano: a lo cual los demás respondieron dándole casi la totalidad de sus semillas.


Luego este gran macho observó detenidamente al primate que tenía el hueso de fémur: este intimidado comprendió que planeaba despojarlo de él. El macho alfa se le acercó poniendo sus genitales casi enfrente de su rostro, ¡lanzó un gran grito rabioso, el cual dejó ver sus grandes dientes, y extendió su mano en señal de que se le entregase el hueso!


Esto produjo en los otros gran algarabía; ¡saltaban todos! asiendo círculos alrededor de ambos machos.


Aquel: El del hueso, se levantó desafiante, retrocedió un paso haciendo unos sonidos turbios, en señal de rebeldía.


A lo que el gran macho respondió alzando su brazo derecho, ¡así como para darle un golpe mortal!


Aquel otro dejo ver en sus ojos la intimidación por un instante, para luego afinarlos prodigiosamente. Así dio una carrera a unos cuantos metros, ¡Y alzando su gran hueso con la mano izquierda, llamó al macho alfa! ¡Retándolo con un grito desafiante!

Todo esto mientras lo agitaba con gran fuerza contra el calmo viento de aquella declinante tarde.


¡El macho alfa corrió furiosamente hacia él, sus labios temblaban por la adrenalina! ¡Y el viento en su rostro cerraba sus coléricos ojos y, sus fríos dientes!


Aquel: El del hueso, ¡giró violentamente sobre sí mismo, para así darle fuerza mortal a su arma primitiva! ¡Y cuando el alfa estuvo a medio metro, descargó sobre su rostro toro la ira contenida en sus años de sumisión!


La cabeza del hueso azotó con gran fuerza el costado izquierdo del macho alfa, ¡un violento torrente de dientes y sangre salió de su boca, mientras su cuello se quebraba violenta y escalofriantemente!


¡Parecía como si aquella escena se congelara en el tiempo! mientras el viento atravesaba sus pelajes dándoles el último adiós…


¡Así cayó aquel! ¡Aplastando el pasto! y hundiéndose tranquilamente en su último lecho.


¡El del hueso se acercó velozmente! y con su garrote dirigió grandes golpes al rostro del cadáver, ¡hasta hacer a la tierra beber ríos de sangre! ¡Y perder aquel siniestro rostro de la historia!


¡Dio un gran grito victorioso, mientras golpeaba su pecho con ambos puños!

Al ver aquello todos corrieron y se posaron en derredor suyo, ofrendándole las semillas; vieron sumisos a su rostro imponente, ¡más este tomo aquellas, y las arrojó sobre el cadáver, como dando a entender que de aquél era ese tributo!


Así murió el primer tirano de la historia…